NOTICIAS

P. Santiago Najarro:

Durante el mes de marzo ha visitado las Comunidades del norte de Centroamérica: Costa Rica, Managua, Honduras, Guatemala, El Salvador, volvió a Honduras por la muerte del P. Cruz Ripa, vuelta a San Salvador y desde aquí a la Curia, con algunos percances en el aeropuerto. Desde la Curia se fue a Colón y Escobal. Ha estado en San Salvador en una Reunión de Superiores Mayores de Centroamérica. Al mismo tiempo pudieron celebrar los 20 años de la muerte de Mons. Romero.

José Sentre:

Llegó a Panamá el ocho de marzo, después de haber revisado los libros de administración de las diferentes casas del norte, y se fue a Colón, El Dorado y Santuario. Luego se ha encerrado con el P. Asenjo para preparar otro número de nuestra Memoria Histórica, que pronto podrán tener en sus casas. Recuerden que es un borrador y que necesitamos que ustedes completen, retoquen o extirpen lo que sea necesario. Ya han llegado algunas correcciones a los números anteriores. Desde aquí se lo agradecemos de corazón.

P. Mateo: Sin terminar el tiempo de vacaciones se vino volando de España para preparar el Encuentro de Misioneros, tenido en Escobal, y la Asamblea que se realizó en Centro Claret de Guatemala. Salió del Seminario Diocesano de Colón - Kuna Yala, en Margarita, y se fue a la Parroquia de El Carmen a hacer compañía al P. Miguel Medel. Recuerden nuestros hermanos que el P. Juan Sanz, hasta Enero en esta Parroquia, salió a Mercedes de Heredia a ejercer su Diploma de Licenciado Profesor. Desde Colón echará también una mano a los Claretianos de Escobal, sobre todo ahora que Celestino está por las Españas de vacaciones. No le ha ido del todo mal en cuanto a trabajo: Se quedó solo en la ciudad de Colón, ya que todos los Sacerdotes de la Diócesis se reunían en Tiberíades para hacer Ejercicios Espirituales. A la semana siguiente el P. Medel se encerraba en el hospital para que le cosieran un "siete" en su ingle. No ha podido asistir a algunas fiestas que tenía proyectadas en el Lago... pero tiene otras fiestas patronales programadas para más tarde... La Semana Santa va a pasarla en algún pueblo de El Lago. La semana de Pascua la empezará en Santa Fe, del lunes al miércoles en un curso de pastoral indígena , y el jueves saldrá a Guatemala para preparar el encuentro de Pastoral urbana. Luego dirigirá el taller a los Novicios con el lema de "Proyectos de Misión". Todo esto le llevará hasta finales de mayo.

P. José Joaquín:

Establecido ya en el Santuario Nacional de Panamá, ha dirigido tres tandas de Ejercicios durante esta Cuaresma: una semana a los jóvenes, otra a personas adultas de nueve a once de la mañana y la tercera, también a personas adultas, de siete a nueve de la noche. Ha estado también en Escobal en una reunión de jóvenes. Después de Semana Santa, del 26 de Abril al 1 de Mayo, piensa estar en Managua con el equipo de formadores. Luego visitará las Comunidades del norte. En Panamá, el 3 de junio, tendrá su primer encuentro vocacional como Prefecto, en Panamá, con Alberto Sánchez, Marco A. Pineda y los otros promotores de la República panameña.

 

El Padre Cruz Ripa ha muerto

 

El día 24 de marzo de 2000, a las cinco de la mañana hora hondureña, el Señor se llevaba al P. Cruz Ripa. Pocos días antes se intentó trasladarlo a Panamá, Residencia Claret, pero la necesidad urgente de oxígeno adicional no lo permitió; se habló con dos compañías que hacen vuelos directos desde San Pedro Sula a Panamá y ambas pusieron la negativa por delante: ellas no se hacían responsables del traslado.

1. Semblanza escrita por el mismo P. Ripa:

Nací en un pueblo de Navarra (España) el 14 de septiembre de 1914, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, por eso me impusieron en el Bautismo en Nombre de Cruz.

Los recuerdos de mi infancia que aún conservo en la memoria son; el día de mi Primera Comunión, cuya estampa conservo, y las visitas a la Ermita de la Virgen del Castillo, Patrona de mi pueblo, Miranda de Arga.

Mi vocación Claretiana la hicieron germinar dos Padres Claretianos, parientes muy cercanos. Ingresé en el Seminario Menor de Santo Domingo de la Calzada el año 1926 y después de cursar los estudios, parte de primaria y secundaria, entré en el Noviciado el año 1930, finalizando el año 1931 con la emisión de votos temporales. Continué cursando tres años de filosofía, tres de Teología y dos de pastoral, recibiendo la ordenación sacerdotal el año 1939 en la ciudad de Segovia. Quiero hacer constar que al terminar la filosofía, una grave enfermedad puso en peligro mi vida. Los más optimistas me decían que no podría predicar jamás. Dios escribe recto con renglones torcidos. Los once primeros años de mi sacerdocio los dediqué a la enseñanza. Dios me abrió otro camino, el que yo anhelaba: dedicarme por entero al servicio de la Palabra de Dios. Misiones, Novenarios, Ejercicios Espirituales, etc., por casi todas las regiones de España, llenan mi agencia. Formando parte del Equipo Misionero, tuve ocasión de misionar en Argentina, Uruguay y Colombia. El año 1967 fui destinado a Honduras, para hacernos cargo del Departamento de El Paraíso. Fui nombrado Párroco de Yuscarán. Pero el Señor nos tenía reservado otro camino y Mons. Jaime Brufau, de santa memoria, nos ofreció todo el Departamento de Atlántida y fuimos abriendo camino a los que iban llegando de España. Unos meses en Tela, después en La Ceiba, donde trabajé durante cinco años al frente de la Parroquia y mi penúltimo aterrizaje aquí en San Pedro Sula, el año 1972 acompañado del que hoy es nuestro obispo, Ángel Garachana. Digo el penúltimo porque el último será definitivo, al que todos estamos enfilados.

Con los ochenta y tres años cumplidos me siento satisfecho porque el Señor me ha utilizado para hacer obras que yo nunca me hubiera imaginado y que son de sobra conocidas, durante los 30 años que llevo en Honduras, permaneciendo y viviendo en la Parroquia de Guadalupe durante 25 años. Los que me prometían una vida corta y casi inútil, afortunadamente se equivocaron y ahora repito las palabras de la Virgen. Mi alma glorifica al Señor porque ha hecho en mí maravillas.

RESEÑA HISTORICA

Siguiendo aquel refrán: "por el hilo se saca el ovillo", os presento el hilo de esta historia de la Iglesia de San Antonio de Padua, ubicada en la Colonia FESITRANH, perteneciente a la Parroquia de Guadalupe y que abarca 25 años de existencia, los mismos que la parroquia.

En Diciembre de 1972, dos Padres Claretianos: uno el que hoy es nuestro Obispo y el otro el que subscribe, nos hicimos cargo de esta Colonia. Un grupito de Católicos, pertenecientes en su mayoría a la Legión de María se reunían en una de las aulas de la Escuela y allí comenzamos a prestar nuestros servicios pastorales.

En Enero de 1974 se formó un Comité Eclesial, para reunir fondos para construir una iglesia, eligiendo titular de la misma a San Antonio de Padua. Dos meses más tarde el Arquitecto D. Ricardo Rogge Bogran, interpretando y secundando la idea de los Padres Claretianos, nos regalaba los planos de la iglesia. Presenta una forma hexagonal irregular y mide 24 metros de anchura por 19 de longitud, con capacidad para 400 personas sentadas. Se iniciaron las obras en Mayo de 1974 y en Junio de 1975 la bendijo Monseñor Brufau. Teniendo en cuenta que la Colonia FESITRANH contaba con más de 6.000 habitantes, pensamos que un día se convertiría en Parroquia, al año siguiente se construyó un anexo compuesto de dos amplias habitaciones, sala y cocina. Durante unos tres años la ocuparon las Misioneras Claretianas.

Posteriormente en 1938 construimos el Salón Parroquial y un Dispensario médico que desde esa fecha atiende a la gente más necesitada de la Colonia y aldeas vecinas.

Si quisiéramos destacar algunos actos litúrgicos más relevantes, además de los sacramentos: Bautismos, Primeras Comuniones y Bodas, anotaríamos la Primera Misa de 4 Sacerdotes de la Colonia, la Semana Santa muy concurrida, las fiestas navideñas y la del Patrono San Antonio de Padua. Todas ellas animadas por un Coro muy profesional bajo la dirección del Profesor Zoilo Flores.

 

2. Semanario La Prensa, Honduras, 11 septiembre 1999

 

Cuando el P. Cruz Ripa iba a cumplir los 85, este Semanario decía:

EL P. CRUZ RIPA, Cumple 85 Años.

A sus 85 años de existencia y después de 60 de entrega a su ministerio, el Padre Cruz Ripa, Misionero de la Congregación de los Hijos del Corazón de María y miembro de la parroquia Guadalupe de San Pedro Sula, aún continúa activo y con el deseo de fundar nuevos templos.

Durante su vida de sacerdote ha promovido la construcción de más de 16 templos, una guardería infantil, un dispensario médico y su entrega a un movimiento de la Iglesia Católica que trabaja en silencio y humildad: La Legión de María.

Su historia comienza a los 12 años cuando decide ingresar como aspirante al seminario, 13 años después se consagra a la vida sacerdotal y promueve más cien misiones dentro de España su tierra natal, siguiendo el espíritu misionero del fundador de su orden , San Antonio María Claret.

El padre sepulturero, como en broma lo llamaban sus compañeros, aludiendo a su nombre (Cruz) y a su apellido (RIPa, iniciales que significan requiescant in pace, si la última letra), llega a Argentina, luego trabaja en Uruguay y posteriormente en Colombia.

Al regresar a España continúa con su tarea misionera y, luego, en 1967 decide visitar Honduras, donde sirve a la región de Yuscarán, donde desde hacía cuatro años no contaba con el servicio de un sacerdote.

La idea era lograr que diez misioneros más se vinieran a esta zona, para predicar en todo el departamento, pero tuvimos algunos inconvenientes y no se pudo hacer mucho, comenta el padre Ripa, quien con su hablar pausado agrega: Monseñor Jaime Brufau supo de nuestro interés por servir en Honduras y nos invitó a fundar cuantas casas quisiéramos en la parte Norte... y así lo hicimos.

El Padre Ripa, quien nació exactamente en Mirada de Arga el 14 de septiembre de 1914, tenía más de 50 años cuando llegó a Honduras y se constituyó en el primer párroco de la Iglesia Guadalupe, acompañado, en ese entonces, del actual Obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Monseñor Ángel Garachana, quien durante tres años sirvió a la región.

Este sacerdote claretiano también trabajó en Tela, donde levantó cuatro templos y logró motivar a la feligresía con ayuda de otros sacerdotes, quienes también han dedicado su vida al pueblo hondureño, como el padre Luciano Biaín, residente en Tela.

 

Templos

El padre poeta, como también se le llama, por su inclinación a elaborar versos, se distingue por su interés en la construcción de templos donde destacan iglesias que sirven a amplias zonas de la ciudad.

Entre esos templos están;

1. Virgen de Suyapa, El Zapotal.

2. Cristo de Esquipulas, Buenos Aires.

3. Virgen de Suyapa, Colonia Bográn.

4. San José, El Retiro.

5. Virgen de Suyapa, Armenta.

6. Corazón de Jesús, La Coronilla,

7. San Antonio de Padua, Colonia FESITRANH

8. Iglesia del Divino Maestro, Colonia Juan Ramón Molina.

9. La Santa Cruz, Colonia Tara.

10. Inmaculado Corazón de María, Colonia Los Castaños.

11. Virgen de Fátima, Barrio Morazán

A esta lista se agregan la guardería infantil San José de la Colonia Prieto y el dispensario Cruz Ripa de la Colonia FESITRANH.

 

Apoyo a la Legión de María

Durante sus 27 años de servir a Honduras el Padre Ripa ha estado en contacto directo con la Legión de María, un movimiento de la Iglesia Católica que sirve en silencio y se dedica a visitar enfermos, a la catequesis de niños y adultos, a la predicación de la Palabra de Dios en los hogares y otras actividades.

Cuando vine a Honduras no conocía la Legión de María y fue en Tela donde me di cuenta de su existencia. En La Ceiba me hice cargo de la Curia (reunión de varios grupos) y desde ese momento me ha apegado a este movimiento, relata el sacerdote.

"Soy misionero mariano y la Legión de María es un movimiento mariano, y eso me ha hecho identificarme con él. Además he visto en los testimonios de muchos legionarios cosas que yo no hacía y eso me motivó como sacerdote para mejorar mi relación con Dios, la Virgen y sobre todo con el prójimo".

Para el sacerdote misionero, la Legión de María es uno de los movimientos más perseverantes y menos publicitado, pero por su labor se puede decir que es el brazo derecho de los párrocos.

Didáctico

Sus feligreses lo consideran como un padre que toma en cuenta a sus ovejas, ya que durante la homilía hace que la gente participe y sienta como propio el mensaje.

Además sienten especial cariño por sus poemas, pues en cada misa relata un poema que resume el mensaje de la homilía.

Sobre este punto el sacerdote indica que los usa por varias razones, una de ellas es para dar un poco de sal al dialogo y porque cuando se llega a cierta edad se pierde la memoria y en esos versos se condensa la explicación del evangelio y puede ayudarme a mí y a otros.

El Padre Ripa, el 14 de septiembre, cumplirá 85 años y en su mente se afana la idea de construir un templo más, el de las Colonias de las Vegas de San Pedro Sula, y una casa para el movimiento de la Legión de María. No me retiro, confiesa el Sacerdote, y daré mi vida y mi tiempo hasta que Dios decida lo contrario.

3. El P. Juan Calzada, Superior de la casa de San Pedro Sula nos dice del P. Ripa:

Conocí al Padre Ripa en 1983, cuando me destinaron a Tela (Honduras), pero no conviví con él hasta 1998, cuando llegué a San Pedro Sula. El P. Ripa ya se encontraba fatigado y cansado, pues desde muy joven sufría una enfermedad respiratoria.

Visitamos varios médicos y tras realizarle varios exámenes y radiografías, concluyeron que para mejorar su calidad de vida necesitaba 16 horas diarias de oxígeno.

Hicimos lo posible para ofrecerle este servicio, que comenzó el 15 de febrero de 1999, y lo aceptó con agrado pese a que eso le ataba a su habitación. Esto le hizo sentirse mucho mejor y le permitió atender las Comunidades de Fátima y Las Vegas con bastante fortaleza.

El P. Ripa permanecía mucho tiempo en su cuarto; yo aprovechaba para platicar con él. De esta forma conocí a un misionero de admirar que a sus 85 años se interesaba por lo que ocurría en el mundo, en las Congregaciones, en las Comunidades y, como no, en nuestra propia Comunidad. En poco tiempo se convirtió en un amigo, un padre y un abuelo, una persona que penetró en mi corazón. Con frecuencia discutíamos. El tenía un carácter muy fuerte, era cabezón y yo no me quedaba atrás, pero todo pasaba rápidamente porque nuestro amor era tan grande que vencía todo.

Era un hombre muy ordenado y responsable. Su predilección era la construcción del Reino y de las iglesias. Construyó tres iglesias en La Ceiba y unas catorce en San Pedro Sula. Sólo conozco algunas pero todas grandiosas y fuertes.

Su última obra fue una Guardería dedicada a San José y en este último año delegó poco a poco la responsabilidad de la misma.

A pesar de sus años ayudó a la Comunidad de Las Vegas, de la que era responsable, a construir un nuevo templo porque el anterior se les quedaba pequeño. En fin, un hombre constructor e incansable hasta el final.

Del 10 de Enero del presente año, se celebró y asistí al primer Congreso Nacional de Pastoral Juvenil. Cuando el día 19 regresé a casa, encontré al P. Ripa muy decaído y son síntomas de bronquitis. El tratamiento que le prescribieron los médicos fue: un montón de medicinas y 19 horas diarias de oxígeno, lo que le impedía salir de casa y atender sus comunidades. El mes de febrero fue duro para él. Se daba cuenta de que no mejoraba y se hundió en una profunda depresión. Me tuve que ausentar una semana para participar en la Asamblea Provincial de Guatemala y a mi regreso el P. Ripa continuaba en el mismo estado. Pedía en muchos momentos a Dios que se lo llevara para no causar molestias pues era un hombre muy agradecido y mirado. Yo bromeaba con él pidiéndole que no me quitara la oportunidad de servirle y purificarme. El riendo contestaba: "...pero a costa mía..." Estos momentos fueron muy significativos y especiales porque pude servir a un misionero que en vida había servido y ayudado a tantísimos personas.

Su salud se deterioraba día a día, hasta el punto de tener que ayudarle a levantarse, ducharse, vestirse, comer; había que controlarle los medicamentos. Cada vez requería mayores cuidados por lo que el 16 de marzo se contrató a una Enfermera de 9 a.m. a 5 p.m. Desde esta hora hasta las 9 de la noche se quedaba Yolanda, muy buena amiga del padre, o Marta, y nunca le faltaron visitas de tantas personas que le querían.

Fue en este mes cuando decidí dormir en su habitación porque un día lo encontré en el suelo y temí que pudiera romperse algún hueso en otra caída. Como lo encontraba tan delicado suspendí el viaje que tenía que hacer a El Salvador con motivo del VI Encuentro Regional de Pastoral Juvenil (México, Centroamérica).

El día 24 de Marzo a las 4 a.m. le levanté como todas las noches para que tomase su medicina. Sus últimas palabras fueron que le costaba mucho hablar. Al irse a acostar se desplomó. Como pude le tumbé en la cama, respiró con dificultad tres o cuatro veces y a las 5 a.m., en mis brazos, entregó su espíritu al Señor. Para mí fueron momentos muy duros, era mi amigo y confidente, pero dí gracias a Dios porque tenía entre mis brazos los restos mortales del P. Cruz Ripa que, después de 85 años dedicados al servicio de la Iglesia, de la Congregación y de la humanidad, descansaba para siempre.

Uno por uno comuniqué la noticia a mis hermanos de Comunidad. Todos nos hicimos presentes ante su lecho y rezamos. Tuve la oportunidad de comunicar la noticia a su familia a través de su hermana Milagros, vecina de mi mamá en Valladolid, así como al Padre Provincial y a los Obispos.

Uno de sus grandes deseos se cumplió: morir en esta querida tierra hondureña en la que sirvió fielmente al Señor en sus últimos 33 años.

El funeral se celebró, en la Parroquia La Guadalupe, ese mismo día a las 6 de la tarde. Asistieron: Mons. Ángel Garachana, (amigo entrañable del P. Ripa), Mons. Oscar Andrés Rodríguez, (Arzobispo de Tegucigalpa, muy agradecido por la atención que el P. Ripa brindó a su madre), el Padre Santiago Najarro (Provincial de Centroamérica) y otros 30 Sacerdotes venidos de diversos lugares. Fue una demostración de cariño y afecto por parte de todos los que le conocimos.

A petición de la gente fue llevado a la Iglesia de Fátima, la primera iglesia que construyó en San Pedro Sula y la última Comunidad a la que prestó sus servicios. Se le veló toda la noche y al día siguiente tuve la oportunidad de celebrar la misa del entierro con los ornamentos blancos como muestra de la alegría que había en el cielo al recibirlo. Era la Anunciación, fiesta de la Virgen, a quien tanto quiso nuestro P. Ripa, y cuyo amor tanto transmitió a través de la Legión de María.

En esta iglesia quedaron sus restos mortales para testimonio y ejemplo de todos aquellos que seguimos el camino de Jesús. Las cosas han vuelto a la normalidad en la casa, pero siento el gran vacío de aquel que, en poco tiempo, penetró hasta lo más profundo de mi corazón y me enseñó a ser un mejor misionero.

Juan Carlos Calzada, cmf.

 

Nuestros Enfermos

Al P. Miguel Medel le operaron de una hernia inguinal. Las enfermeras de Colón lo conocen bien, por ser el capellán, sin sueldo, del hospital. Por eso lo admiran más y lo tratan mejor. Le prepararon una habitación especial para él; no importó que estuviese un tanto retirada del bullicio de la gente, mejor para descansar y para que nadie fuera a interrumpir, aunque esto le proporcionó soledad y ganas de gritar cuando llegaba alguna necesidad... el dolor de los puntos y el miedo a que se rompieran le hacían quedarse callado; pidió una campanilla, la del sacristán de la parroquia, pero nadie se la pudo conseguir. A los tres días se encontraba en casa, preparando los trabajos de la Cuaresma y la Semana Santa. Aunque el P. Mateo le está echando las dos manos, el trabajo de este mes es inmenso y requiere más de dos personas. En todas las casas de la Provincia pasa lo mismo.

 

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Carta Centroamericana

Marzo del 2000

Comunidad de San José, Costa Rica

Casa de Ejercicios Espirituales

Padres Julio, Campos, Lomana, Asenjo y González